viernes, 27 de mayo de 2016

En la variación (de las lenguas) está el gusto.

Cuando pensamos en un color, digamos en el color rojo, asumimos una idea general de todo aquello a lo que aplicamos ese nombre.
Sin embargo, sabemos realmente que no todos los rojos son idénticos, ¿no es cierto? 

De hecho, existen 105 tonalidades reconocidas del color rojo:


bermellón,
escarlata,
frambuesa,
terracota,
siena
o rubí
son solo algunos de los nombres que designan diversos rojos (también podemos pensar en rojo sangre, rojo tomate o rojo ladrillo).

¡¡¡Pero todos son rojos!!!
Pero no son igualitos (sería muy aburrido que lo fueran, ¿no es verdad?).


Cuando pensamos en un idioma, también solemos asumir que se trata de un "todo". No se nos ocurre que no existe el inglés, sino muchas personas que lo hablaron o lo hablan. 

Y lo mismo ocurre con cualquier lengua. Es decir, no hay una sola manera de hablar una lengua.

Cada lengua es algo así como una suma de todas las maneras en las que es hablada. Y esas maneras, como los tonos de rojo, no son igualitas.  :-)

En la siguiente infografía, podremos tener un acercamiento a los tipos de variación de las lenguas.


Variación lingüística


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